viernes, 19 de diciembre de 2014

Primeras impresiones sobre la cría natural del Diamante de Gould

Han pasado casi tres meses desde que se inició la temporada de cría en mi aviario con la novedad de que toda sería de forma natural, sin ayuda de nodrizas.
 
El comienzo fue bien, varias parejas reproductoras más que temporadas anteriores ya que el espacio que ocupaban las nodrizas ahora la ocupan unicamente los diamantes de gould...y la pareja de mandarines gigantes phaeos.
 
Primeras impresiones, si les das tranquilidad a los goulds y las condiciones idóneas de espacio, nido, limpieza y alimentación te pueden sacar perfectamente la cría adelante por contra, existen factores con las que no puedes actuar, la naturaleza específica de cada ejemplar. Un exceso o falta de unos de los componentes anteriormente citados lo puede asimilar un ejemplar de una forma distinta a otro, es decir, actúan de distinta forma...te la lían.
 
En lo que va de temporada he tenido muy pocos huevos claros, pero sí huevos abortados por mala incubación de los padres; a veces cuando incuban, mueven demasiado sus cuerpor y alguno de los huevos sale fuera de su plumaje mientras incuba, por lo que se echa a perder tarde o temprano, y si da la casualidad que te das cuenta y lo vuelves a poner en su sitio, puede que sea otro huevo el que salga de su círculo y otro perdido.
 
Un exceso o falta de celo puede que te haga que una puesta te la abandonen; ya sea al principio de la incubación o un día antes de la eclosión; ambas cosas han ocurrido en lo que va de temporada con alguna pareja que incluso ha conseguido sacar pichones en la puesta anterior; la pega de esto es que no sabes diferenciar entre el exceso o la falta cuando abandonan el nido.
 
El nacimiento de un único pichón en un nido en cría natural es una muerte casi asegurada; los padres lo ven como una pérdida de tiempo alimentar y desperdiciar energía en cuidar un sólo ejemplar, por lo que o saltan del nido y lo dejan abandonado o simplemente no le dan de comer, con la intención de comenzar una nueva puesta.
 
A pesar de estos inconvenientes con los que se cuenta con esta forma de cría hay en la actualidad un total de 10 pichoncitos, 2 clásicos, 2 azules pasteles (platas) y 6 azules; 8 de esos pichones ya independizados y varias puestas comenzando o incubando, la suerte es que al menos de cada pareja estoy sacando algún ejemplar  y con todo esto creo que para ser el primer año no va mal la cosa.
 
He añadido 3 parejas más que ya han descansado de las competiciones y en breve comenzarán sus puestas...a ver como termina la temporada.
 
En definitiva, la cría natural del Diamante de Gould te da mejor visibilidad del aviario al ver tanto colorido junto, cosa que no tienen las nodrizas; más silencio, un número elevado de nodrizas hace bastante ruido; limpieza, los diamantes de gould son muchísimo más limpios que las nodrizas que ensucian la jaula...y lo que no es la jaula y por último, la satisfacción de conseguir un ejemplar criado por sus propios padres ya es un premio para el propio criador, para los ejemplares y para la naturaleza misma.

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